El orgullo de visibilizar la identidad disidente es la estrategia que adoptamos desde el colectivo LGBTIQ+ hace décadas para reclamar por nuestros derechos y colocar así nuestras demandas en la agenda del debate público.
Fue así como logramos la conquista del matrimonio igualitario, la ley de identidad de género, el reconocimiento del derecho al aborto de todas las identidades con capacidad de gestar y, ahora, el cupo laboral travesti-trans.
Lamentablemente existen aún demasiadas barreras para que todo lo normado se transforme en realidad. Sólo el año pasado hubo 152 crímenes de odio contra el colectivo en nuestro país, estando el 84% de estos dirigidos contra mujeres trans. A esto se suma que, a casi 15 años de la sanción de la ESI, existen resistencias para su plena implementación de todos sus contenidos en las escuelas.
Sin políticas efectivas para erradicar la discriminación en el sistema educativo y en el sistema de salud, se hace imposible concebir un pleno disfrute de los derechos más básicos. A este reclamo se suma la necesidad de una justicia con perspectiva transfeminista que responda realmente a las necesidades de la población en su totalidad y erradique del Poder Judicial la cultura conservadora y patriarcal.
El Estado debe adoptar políticas efectivas que den una respuesta urgente e integral al colectivo LGTBIQ+, para lograr una sociedad libre de violencia y discriminación de la cuál realmente sentir orgullo.
En el marco de este día, nos sumamos al reclamo contra los Travesticidios, Transfemicidios y Transhomicidios, al pedido de Justicia por Santiago Cancinos y la aparción con vida de Tehuel de la Torre!